¿Qué pasa cuando me duele el corazón 
, pero también me duele el estómago? ¿Por dónde empiezo cuando me sucede esto? ¿Arreglo mi corazón o me pongo manos a la obra con mi digestión?.Esto puede ser un eterno dilema para mucha gente. 
Es como preguntar: qué fue antes, el huevo 
o la gallina?? Y aunque no lo podamos saber al 100%, tiene más lógica pensar que fue antes el huevo que la gallina. .En el caso que nos ocupa pasa algo similar. Probablemente primero fue una emoción mal gestionada y luego llegaron los problemas de estómago. Y no, no es nuestra imaginación, nos encontramos fatal del estómago y emocionalmente hech@s una chufa. 
.Nuestras emociones y pensamientos están íntimamente relacionados con nuestro sistema digestivo pues tienen conexiones en común que interactúan constantemente. Si no, ¿por qué crees que sientes esas mariposas en el estómago cuando algo te emociona o te asusta? En este caso, ha sido un solo pensamiento el que ha activado una acción mecánica en el estómago. Pues imagínate cuando esos pensamientos son intensos, negativos y de larga duración.
Pero entonces volvemos a tu pregunta, ¿qué debo trabajar primero? Y nuestra respuesta es muy clara: LAS 2 COSAS. Tenemos que ayudar a nuestro organismo a saber cómo poder volver a su equilibrio físico y también al emocional. No podemos resolver una parte sin la otra, pues una vez la emoción ha tensado tanto el sistema digestivo que lo ha hecho enfermar, es difícil que el cuerpo por sí solo, resuelva el problema físico sin una buena gestión de emociones. Y viceversa, cuando el cuerpo se ha debilitado, la mente no tiene suficiente fuerza para sobreponerse y crecer..Y, ¿qué podemos hacer por ti en Naturalmente? Pues precisamente eso. Ayudarte a descubrir qué emoción está bloqueando a tu cuerpo y cómo transformarla positivamente y, a la vez, diseñar es el camino para retornar a un estado de equilibrio corporal.
¿Qué herramientas utilizaremos? Créenos, tenemos mil formas de acompañarte en ese camino, pero la herramienta principal ERES TÚ!!!! Tú con tus miedos, con tus inseguridades, tus problemas, pero también con tus metas, tus sueños, tus capacidades y por supuesto, con tus ganas de crecer y hacerte fuerte
