¿Por qué llamamos al intestino el SEGUNDO cerebro? ¿Deberíamos llamarlo el PRIMER cerebro? ¿Cómo se conecta este gran EJE Intestino cerebro?

Hoy por hoy ya sabemos que nuestro cerebro y nuestro intestino están directamente conectados a través del NERVIO VAGO. De hecho, no sólo el cerebro tiene neuronas. Nuestro intestino también tiene y nada más y nada menos que alrededor de 200 millones!!!!

Se trata de una comunicación bidireccional compartiendo neurotransmisores comunes, ya no solo de “arriba abajo” como se pensaba. Entiendes ahora el sentido de expresiones como: “Me ha dado un brinco el estómago”, “siento mariposas en la barriga”, “el nervio se me ha tirado al estómago” etc.

Además intestino y cerebro se conectan gracias a las bacterias inestinales, la microbiota. Son ellas las que envían señales directa e indirectamente al cerebro mediante el sistema neuronal, endocrino, inmunitario y metabólico. Están directamente relacionados también en la producción de catecolaminas: serotonina, dopamina. De hecho, el 95 % de la serotonina (neurotransmisor que se relaciona con la tranquilidad y la felicidad) es producida por nuestro intestino. Lo mismo sucede con la dopamina (neurotransmisor relacionado con la memoria, el movimiento, el aprendizaje), que se produce al 50% en el intestino.

¿Cómo puedo mejorar esta comunicación entre intestino – cerebro?
Te vamos a dar unas claves muy sencillas:

  1. Cuida tus pensamientos: vigila lo que alimenta tu mente. Los pensamientos inciden como los alimentos, directamente en la expresión de tus genes, pudiendo alterar la respuesta metabólica de tu cuerpo. Busca la parte positiva de las situaciones, confía en la vida, alimenta tu autoestima, retroalimenta tu ilusión, aprende a parar tu mente cuando se vuelva tóxica, focaliza y enfoca en lo realmente importante: deshazte de los supérfluo que nos causa ansiedad, vive el presente no el pasado ni el futuro.
  2. Aliméntate conscientemente: aporta a través de tu alimentación los ingredientes necesarios para mantener unas neuronas fuertes y unas bacterias intestinales en equilbrio: omega 3, minerales, vitaminas, antioxidantes, fibra. Y elimina aquello que destruye estructuras neuronales y flora intestinal: refinados, azúcares, químicos, tóxico.
  3. Muévete y respira: El sedentarismo es uno de los peores enemigos de nuestro cuerpo. Toda nuestra estructura funcional y biológica está diseñada para moverse!!!!! Oxigénate, muscúlate, quema los excesos del estrés moviéndote.
  4. Ama: quiere con todas tus fuerzas y sin reservas. Tu amor es lo más bonito que le puedes regalar a los que te rodean. Querer sin condicionantes te libera y te nutre a la vez.

No olvidemos algunos datos

Según la comunidad científica, el cerebro y el ecosistema microbacteriano del cerebro se desarrollan de forma paralela durante la maduración del feto (Es decir, comparten un origen común), de ahí su interrelación.

La cantidad de microorganismos (microbiota) que habitan en nuestro intestino (alrededor de 100 trillones) es 10 veces mayor al número de células de nuestro cuerpo y su información genética de éstas es 150 veces mayor que la del genoma humano (A los genes de la microbiota se le denomina microbioma). Este microbioma posee características distintivas del organismo donde habita, Podemos decir por ello que cada persona tiene una huella genética bacteriana diferente.

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